La novena regla es:
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La amenaza es a menudo más terrorífica que la cosa en sí misma. |
Esta táctica es bastante simple y fácil de entender. De hecho, de las trece tácticas dictadas por Alinsky, en Reglas para Radicales, es la única que no incluye ninguna posterior exposición del autor. Sin embargo, no deje que esto le engañe. Es una regla muy potente, comprende no tanto como usarla, sino más bien como poder reconocerla cuando se está utilizando en su contra. Cuando se es capaz de ver lo que están haciendo es bastante fácil ver la debilidad del enfoque y derrotarla.
A modo de ejemplo: Alinsky relata la siguiente historia en Reglas para Radicales:
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Fue en una tienda por departamentos en el área del transporte comercial. Esta atrae a muchos clientes sobre la base de sus marcas, así como la calidad de su mercancía. Debido a esto, los boicots económicos habían fallado en disuadir, incluso a la clase media negra de comprar allí. En aquel momento sus políticas de empleo eran más restrictivas que las de otras tiendas. Los negros eran contratados solo para los trabajos más serviles. Planeamos una táctica. El sábado, día de compra con mucha afluencia fue el seleccionado. Aproximadamente 3.000 negros, todos vestidos con sus trajes de “domingo” serían llevados en buses al centro de la ciudad. Cuando pones 3.000 negros en la planta principal de una tienda, incluso una que cubre una cuadra completa, repentinamente el color completo de la tienda cambia. Cualquier blanco que pase a través de las puertas giratorias, asombrado, pensaría que de alguna manera había llegado a África y se dirigiría derecho hacia la salida de la tienda. Esto terminaría con el comercio de clientes blancos para ese día. (Reglas de radicales, p. 146-147). |
Dejando de lado el evidente racismo escrito por Alinsky, consideremos la propia estrategia. En la superficie este enfoque parece formidable. Después de todo, perturba la capacidad de la tienda para hacer dinero con un procedimiento nada ilegal, pero que parece difícil de contrarrestar.
Antes de discutir cómo contrarrestar tal táctica, permítame sólo decir que las intensiones de Alinsky y los organizadores, en este caso, fueron bastante loables. Después de todo, lo correcto es que un almacén no discrimine, e incluya a cualquier grupo contratándolo según la necesidad de personal tanto para trabajar en el piso como en la administración. Sin embargo, sólo porque el objetivo sea loable no significa que las tácticas sean morales. Esto nos devuelve al uso de “los medios para un fin” de Alinsky, tema que abordaremos por separado en una fecha futura.
Antes de explicar la simple contramedida a esas tácticas, permítame ofrecerle más ejemplos de cómo se utiliza. Primero, en su Biografía de Alinsky Sanford D. Horwitt recuerda ciertas tácticas inusuales realizadas por Alinsky incluyendo
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“…dejar un montículo de basura delante de una taberna propiedad de la esposa de un concejal, para protestar por la apatía con que recibe las quejas por la inadecuada recogida de basura…” |
Al parecer esta táctica aún está en las mentes de los seguidores del Obama. En un artículo de “Free Republic” titulado ACORN, Obama detrás de Plan para deshacerse de basura en casa del Presidente del Congreso Boehner?: se lee:
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“El Partido Demócrata oficialmente alienta a sus partidarios a ir a casa del Presidente del Congreso, John Boehner, y arrojar basura en su jardín, para intimidarlo a que permita la destructiva juerga dispendiosa del Presidente Obama. Esas protestas fácilmente pueden convertirse en violentas, especialmente ahora, con la tensa y elevada atmosfera partidista en Capitol Hill (La Colina del Capitolio).” |
Los boicots son la forma típicamente estándar de usar esta táctica. Puede que recuerde el uso reciente de boicot y amenazas de boicot de las Uniones Sindicales del Estado de Wisconsin. Este es un ejemplo perfecto de cómo la amenaza es a menudo más terrorífica que la cosa en sí misma. En Wisconsin, los sindicatos amenazaron con boicotear las empresas que no exhiban pancartas mostrando su solidaridad con los sindicatos.
¿Cuál es la respuesta a esas tácticas de intimidación? Es, realmente, bastante simple. En los ejemplos que no impliquen boicots, simplemente permanecer en calma. No permita que la impresión sobrevalorada de la táctica lo haga actuar. Hay que ser paciente y darse cuenta de que el esfuerzo para realizar esas tácticas es inmenso y que la amenaza es, en efecto, más potente que la cosa en sí misma. Recuerde que la clave para todas las tácticas de Alinsky es que “la acción es la reacción”. ¿Cuánto tiempo cree que toma conseguir los afroamericanos para formar grandes grupos que simulan comprar todo el día? ¿Cuántas veces cree que puede salir a tirar basura en la acera antes de que sea multado o detenido? El tiempo está de su lado. El esfuerzo para realizar esas tácticas es demasiado grande y las probabilidades de esperarlas están mucho más a su favor.
Pero, ¿Qué hay con los boicots? En primer lugar, tenga en cuenta que la mayoría de los boicots fallan. Una vez más, el tiempo está de su parte. Esté atento y sea paciente. Una alternativa para boicots como el de Wisconsin sería poner el anuncio que los sindicatos exigieron, pero junto o sobre el, otro letrero que diga: “este aviso no se coloca aquí por elección.” Esa táctica obligaría a los sindicatos, a ser aún más contundentes y por lo tanto llevarlos a comportarse de manera que pudiera ser ilegal, o tendrían que volver a tomar distancia. Mientras tanto, todos los que vieron el aviso, no sólo sabrían que usted no está apoyando a las uniones sindicales, también estarían consientes de que los sindicatos están usando tácticas intimidatorias o de brazo fuerte.
Al final, siempre se trata de obligar a tu oponente a reaccionar. Cuando las personas reaccionan en lugar de actuar, hay mucho más probabilidades de que cometan errores y entren en tu juego. Hay otras maneras de combatir estas tácticas, pero AlinskyDefeater las reserva para su libro.
Traducido por @Space912 de: AlinskyDefeater’s Blog
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