Dos Semanas En Cuba: “Carteles e Ironías”

En marzo de 2014, hice lo que mis enemigos izquierdistas siempre me desafiaron a hacer–he viajado a un país comunista para ver por mí mismo “la realidad del socialismo existente”. Mi viaje de dos semanas en Cuba, recorriendo el campo y alojándome en vecindarios de la clase obrera cubana, confirmó que todo lo que creí sobre la opresión y la pobreza del comunismo era correcto.

La primera cosa que noté de Cuba es que hay carteles en cada cuadra de la ciudad y cada pocos kilómetros en el campo. Y cada uno de ellos es sobre la “revolución” y sus “logros”. Es casi como si intentaran venderlo a la gente, que no tiene nada que decir al respecto.

El efecto que hacen, sin embargo, es ofrecer un contraste entre las promesas del régimen y su realidad. Personalmente mi favorito fue un cartel que vi en la carretera anunciando “La Salud Es La Revolución”, antes de bajar en una estación de autobuses que al igual que alrededor del 95% de los otros servicios públicos que encontré, no tenían ni jabón ni papel higiénico (tuve la precaución de llevar el mio propio a todos lados que fui). Otro cartel decía: “Los Cambios En Cuba Son Para Más Socialismo estaba colocado encima de un casi vacío “supermercado” donde los cubanos van a hacer cola para su cuota de alimentos racionados.

Otra ironía es que hay muchos carteles de los llamados “cinco cubanos”–cinco miembros de una red de espionaje de 10 hombres que fueron arrestados en Florida por sus muchos crímenes, en particular el asesinato de cuatro pilotos civiles de búsqueda y rescate. Los “cinco” aparecen también casi todos los días en la prensa que es controlada por el estado. El régimen le insiste en que son “héroes” sin embargo entre los cubanos, casi nadie con quien hablé sabía quiénes eran. El régimen perdió su pintura y la tinta, porque se ignoran.

Lo más revelador de las vallas es que son lo único que está recién pintado. Sin embargo los lugares donde la gente vive están tan desgastados que si no vieras a la gente en las puertas y ventanas hubieras pensado que habían sido abandonados desde hace 60 años.